A mediados del 2000, el LED irrumpe como fuente de iluminación capaz de competir con las lámparas tradicionales. Surge una duda: ¿Rediseñamos los formatos existentes o replanteamos los formatos para generar lenguajes propios?
El LED permite replantear formatos, aporta nuevos valores estéticos y funcionales. ¿Por qué no desarrollar un nuevo lenguaje para esta tecnología?
La función principal de la familia B-SIDE es mostrarse como un hito lumínico. El concepto se basa en la idea de que el propio objeto “recoge” la luz que genera, potenciando así la idea del producto como elemento de señalización.Desde 2008, la familia sigue en el catálogo. Nos da la razón: el diseño debe plantear soluciones más allá de las inercias.